El cambio en un solo aminoácido: causa de un mejor pronóstico en pacientes de ictus isquémico

En España 120.000 personas al año sufren un ictus isquémico, es la principal causa de muerte en mujeres y la segunda entre los hombres de nuestro país. Asimismo, es la primera razón de discapacidad adquirida en adultos.

Investigadores del Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG, centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca) y del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) junto con la colaboración del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), han sido partícipes del descubrimiento de un biomarcador que ayuda a determinar el pronóstico de los pacientes tras sufrir un ictus isquémico.

El ictus se produce cuando un trombo bloquea la luz de un vaso sanguíneo en el cerebro, privando a las células de oxígeno. Cuando la célula se encuentra desprovista de oxígeno, en su interior se originan especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés: Reactive Oxygen Species), que generan en la célula estrés oxidativo. Las especies reactivas de oxígeno son las responsables de liberar radicales libres que rompen la doble cadena de ADN haciendo que los daños producidos sobre la molécula puedan ser irreversibles.

Paralelamente, las células afectadas inician una serie de reacciones para contrarrestar las bajas concentraciones de oxígeno ocasionadas al taponarse el vaso. Estas señalizaciones, promueven la reparación del ADN dentro de las neuronas lesionadas. La rápida respuesta en el arreglo del material genético está íntimamente ligada con el mejor pronóstico.

Se ha observado que, en condiciones de hipoxia, hay una proteína, WRAP53 que se sobreexpresa, ayudando en la reparación del ADN dañado. Cuando las neuronas se quedan desprovistas de oxígeno/glucosa (OGD, por sus siglas en inglés: oxygen/glucose deprived), ellas mismas, inician una cascada de activación de la síntesis de la proteína WRAP53.

 


Sánchez Morán, I (2020). Generación mitocondrial de especies reactivas de oxígeno después de la privación de oxígeno/glucosa (OGD) [figura 6]. Recuperado de: https://advances.sciencemag.org/


Los investigadores identificaron dos isoformas de la proteína WRAP53 debido a un polimorfismo (c.202C>G).
 

Sánchez Morán, I (2020). Volumen de infarto a los 4 y 7 días después del infarto, medido en pacientes con los genotipos de WRAP53 que se indican. [figura 8]. Recuperado de: https://advances.sciencemag.org/

Gracias a este descubrimiento, pacientes que hayan sufrido un ictus isquémico podrían ser analizados genéticamente para saber cuál de las dos isoformas portan y así, anticiparse en el futuro tratamiento y rehabilitación requeridos por estos pacientes.


Artículo original:  Nuclear WRAP53 promotes neuronal survival and functional recovery after stroke BY IRENE SÁNCHEZ-MORÁN, CRISTINA RODRÍGUEZ, REBECA LAPRESA, JESÚS AGULLA, TOMÁS SOBRINO, JOSÉ CASTILLO, JUAN P. BOLAÑOS, ANGELES ALMEIDA. SCIENCE ADVANCES -7 OCT 2020: EABC5702